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domingo, 13 de octubre de 2019

Un mundo en crisis


¿Alguien sabe qué es lo que está pasando en este mundo? Si uno mira las noticias o lee los periódicos, se encuentra con que más del 90% de dichas noticias nunca cuentan nada bueno.

Vivimos en un mundo en crisis. Todo lo que las noticias informan en todas partes del mundo, está relacionado con desastres, tragedias, catástrofes, guerras, asesinatos, robos, corrupción, pobreza, injusticia y quizás tan solo un 10% de todas las noticias que a diario se ven en la televisión, en los periódicos o en la Internet, se relacionan con la esperanza, con la fe, con un cambio en la humanidad que nos ayude a seguir pensando en que este es un lugar hermoso e inmejorable para vivir.


Pero tristemente, pareciera ser que en este mundo no se produce nada diferente, o por lo menos, aquello diferente pareciera no generar tanto interés entre las personas, y es por ello que los medios de comunicación se hacen eco de las malas noticias para poder vendernos la publicidad que a diario consumimos.

El mundo se está convirtiendo en algo cada vez más alocado, en donde las malas noticias están constantemente a la orden del día.

Siempre que creíamos haberlo visto todo, aparece una nueva noticia que se pone por encima de todas las demás. Es un poco como si algo nos quisiera hacer ver que las malas noticias sencillamente carecen de un límite.

No hay al parecer forma alguna de decir “basta”. De hecho, cada día las personas parecen estar más y más acostumbradas a escuchar malas noticias, al punto de que ya casi nadie parece sorprenderse al escuchar las tragedias que se suceden todos los días en algún lugar de este planeta.

No se sabe si el mundo siempre ha sido así o no. Hay personas que afirman que nada ha cambiado desde que los seres humanos llegamos a habitar este planeta, y que la única diferencia existente radica en que antiguamente no existían los medios de comunicación actuales que permiten saber lo que sucede al instante en cualquier rincón del mundo. Tal vez por ello, por la falta de comunicación, existía la sensación de que todo era mucho más tranquilo de lo que se percibe en la actualidad.

Quizás esto sea una verdad, pero si no lo es, lo cierto es que el grado de maldad que se respira globalmente, se está convirtiendo en un problema cada vez más y más tóxico, y esto es algo que se percibe con mayor facilidad en las grandes ciudades.

Quienes viven en las grandes urbes de este mundo, notan como las personas son más hoscas, más desconfiadas, viviendo siempre a la defensiva, con esa sensación permanente y constante de que los demás nunca se acercan con buenas intenciones.

En las grandes ciudades es común encontrar que las personas tan solo salen de sus hogares para cumplir con su trabajo y nada más. La gran mayoría de personas percibe de una o de otra forma, que en las calles tan solo se encuentra el peligro y la inseguridad acechando en cada esquina, rondando permanentemente a cada persona y, tristemente, a veces pareciera ser que esto es completamente cierto.

Sentirse seguro y a salvo en este mundo, se está convirtiendo en una tarea muy difícil para muchas personas. Una sensación permanente de pesimismo, de creer que nada va a cambiar y que, por el contrario, todo va a empeorar, se respira en el aire permanentemente.

Si alguien pudiera crear una empresa de viajes con destino a un planeta diferente, libre de toda la energía negativa que se respira por doquier, con seguridad que esa persona se haría inmensamente rica, y las reservas para esa clase de viajes estarían siempre agotadas.


Pero frente a todo esto, ¿qué se puede hacer?

Nada aumenta más el grado de negatividad que existe, que el reunirse con otras personas justamente a hablar sobre esa negatividad.

Los seres humanos somos expertos en ahondar en la gravedad de las malas noticias que a diario escuchamos.

Quien no ha visto alguna vez a un grupo de personas hablando muy animadamente sobre lo mal que está la situación en su propio país, e incluso, quien no ha sido alguna vez parte de ese grupo de personas que se reúnen muy animadamente a hablar sobre lo mal que está la situación en su propio país.

Por razones que nadie puede entender con claridad, a los seres humanos nos encanta el morbo que se oculta detrás de todo lo malo que sucede a diario en todas partes.

Basta simplemente con que dos automóviles se estrellen en una calle cualquiera, para que un tumulto de personas se acerque a mirar, con la esperanza de poder ver cuántos heridos o muertos ha ocasionado dicho accidente, y solo una mínima cantidad de personas se detienen para ver de qué manera pueden ayudar a aquellas personas que en ese momento seguramente la están pasando muy mal.

Si además del ejemplo anterior nos preguntamos, ¿por qué las noticias se empeñan tanto en hablarnos tan solo de lo malo?, entonces es posible que podamos comenzar a ver que, al parecer, hay fuerzas oscuras que se esconden detrás de todo para mantener a la población en su conjunto, pensando siempre de forma negativa. ¿Con qué objetivo? Sería muy bueno poder preguntarles a los dueños de las empresas de comunicaciones acerca de la motivación que los lleva a bombardear a las personas permanentemente con aquellas noticias que a veces sería mucho mejor no tener que contar.

Si pensamos en que esto es algo que sucede a una escala global, es decir, si pensamos en que son miles o tal vez millones de personas las que a diario se sientan a pensar y a hablar con los demás acerca de lo mal que se encuentra absolutamente todo en este mundo, entonces tal vez sea posible pensar que el mundo simplemente nos ofrece un poco más de eso sobre lo que tanto nos gusta hablar y debatir.

Lo que las personas por lo general nunca pensamos, es que si tal vez invirtiéramos todo nuestro tiempo y nuestra energía en hablar y en pensar únicamente en las cosas bellas y positivas que quedan en este planeta y que son muchas, entonces tal vez el planeta comenzaría a darnos más de todo lo bello y positivo que existe, y mucho menos de lo negativo que no nos gusta, pero sobre lo que tanto disfrutamos pensar y dialogar.

Tan cierto puede ser todo lo anterior, que es muy probable que muchos de quienes lean este artículo, se den cuenta de que lo han leído porque en verdad les gusta encontrar que hay otras personas que piensan de la misma manera, y que les ayudan a reforzar en su mente la idea de que efectivamente todo está cada vez peor, y justo cuando lean esta línea de texto, se sorprenderán de ver que quizás lo único que se necesita para que todo pueda comenzar a mejorar, es comenzar a cambiar la manera como pensamos y percibimos todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Si alguna vez hemos visto vídeos sobre la naturaleza, en donde todo marcha en un equilibrio perfecto, seguramente habremos visto que la naturaleza en realidad es hermosa, que el mundo en realidad es hermoso, es maravilloso y perfecto en su totalidad.

Solo donde los seres humanos ponemos nuestros pies, es en donde todo se hace malo y horrible, pero esto es así, porque tal vez esa es la forma como nos hemos acostumbrado a vivir.

Quizás si aprendemos a estar en armonía con nuestro propio pensamiento y con todo aquello que nos rodea, entonces tal vez podamos comenzar a integrarnos nuevamente con la naturaleza para alcanzar esa armonía que hemos perdido y que tanto trabajo nos cuesta tener.


Los humanos somos todo un paradigma, y somos justamente un paradigma que merece ser cambiado, para que todo de igual forma pueda cambiar para bien.

Pero el cambio debe comenzar por cada uno de nosotros. Mientras sigamos a la espera de que los demás den el primer paso para cambiar, seguramente que nada cambiará, todo seguirá igual y quizás, lo que es peor, todo tendrá siempre la posibilidad de empeorar.

¿Qué opina usted al respecto? Déjenos un comentario, y permítanos conocer su opinión.

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