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viernes, 16 de agosto de 2019

8 valiosos consejos para que sus hijos amen la lectura


“Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una”. George R. R. Martin.

Es muy probable que usted ni siquiera lea por completo este texto. Si es así, no sería de extrañar. Leer no es algo hecho para todas las personas. Leer no es un arte hecho para mentes débiles. Leer es un arte hecho solo para mentes desarrolladas y entrenadas.

Aunque leer es algo maravilloso, curiosamente a muy pocas personas les gusta la lectura. Leer es tener la oportunidad de conocer historias que nos son desconocidas, es el poder ponerse en los zapatos de personajes reales o imaginarios, y es además una puerta abierta al conocimiento.

Pero a pesar de lo hermosa que es la lectura, son muy pocos los niños y jóvenes que gustan de leer hoy en día. Muchos de ellos simplemente nunca recibieron ningún estímulo o motivación de parte de sus padres, a quienes con seguridad tampoco les gustó nunca la lectura, y crecieron sin tener la capacidad de adentrarse en las fantásticas historias de los libros que pueden dejar tantas valiosas enseñanzas para la vida.

La lectura es un hábito que debe cultivarse en los niños desde sus primeros años, y si usted no tiene ni idea sobre cómo conseguir que sus hijos se apasionen por leer, entonces a continuación encontrará 8 valiosos consejos para que sus hijos amen la lectura.


1. Comience poco a poco

Hay padres que cuando se interesan porque sus hijos aprendan a leer, los enfrentan a libros que no están diseñados para ellos. Un libro como “El Capitalismo” de Karl Marx, no es el libro más indicado para enseñarle a leer a un niño y mucho menos para motivarlo para que se interese en la lectura.

Por tal motivo, haga que sus hijos comiencen a acercarse a la lectura a través de los libros de cuentos. Busque libros que tengan ilustraciones e historias simples y sencillas que sus hijos puedan leer con facilidad.

2. No los castigue por no leer

La lectura es algo que debe gustarle a la persona que está leyendo. Si usted es de esos padres que castiga a sus hijos porque no se sientan a leer, lo único que logrará es que sus hijos sientan temor a la hora de leer, y con mayor facilidad, en lugar de acercarse y enamorarse de la lectura, huirán de ella tan pronto les sea posible.

La lectura debe ser algo agradable para sus hijos y no una actividad estresante, tenga esto siempre muy en cuenta. Leer no es una actividad que se aprenda con gritos o con golpes. Leer es algo que se aprende a amar cuando las personas se acercan poco a poco a descubrir toda la valiosa información que un libro puede contener.

3. Lea con ellos

Ser padre o madre y saber educar a los hijos, es algo que la mayoría de personas no saben hacer. Normalmente todos los padres creen ser “los mejores padres del mundo”, pero esto está más lejos de la realidad de lo que cada persona puede siquiera imaginar.

Como padres son incontables los errores que se cometen con los hijos, y el enseñarlos a leer es una de las tareas en donde los padres suelen equivocarse con más frecuencia.

Enseñar a un niño a enamorarse de la lectura no se trata de tomar un libro, dárselo al niño y decirle: “siéntese a leer”. Ese es uno de los más grandes errores de los padres a la hora de intentar inculcar en sus hijos el gusto por la lectura o por cualquier otra actividad.

A los hijos, sobre todo si estos están aún muy pequeños, hay que acompañarlos en su proceso de lectura. Hay que sentarse con ellos y leer con ellos en voz alta, o comenzar leyendo para ellos, mostrándole los dibujos que se encuentran en los libros que se leen.

Comenzar leyendo libros de cuentos es una excelente forma de que ellos se interesen por conocer las historias que otras personas han escrito.

4. Deles alguna clase de premio cada vez que lean

Leer no es algo que naturalmente le guste hacer a las personas. Es una actividad que los niños no aman con facilidad y que, si pueden evitar, la evitarán a toda costa sin siquiera pensarlo por un momento.

Por esta razón, acostúmbrese a premiar a sus hijos de alguna manera cada vez que lean. Por ejemplo, cuando ellos se sienten a leer con usted, deles un abrazo, un beso, una felicitación. Elogie en sus hijos la capacidad de leer.

Motive a sus hijos para que lean, con cariño, con amor. Ofrézcales algo como un helado o una fruta que a ellos les guste, cuando lean.

Que sus hijos sientan que leer es algo bueno y agradable que trae recompensas. Al principio las recompensas serán abrazos, besos, frases motivadoras, helados, frutas deliciosas, etc., con el tiempo ellos mismos descubrirán que la mayor recompensa que pueden recibir es la posibilidad de acceder al conocimiento que se encuentra guardado en los libros.


5. Sin sacrificios no hay ganancias

Hay padres a los que les gustaría mucho que sus hijos fueran buenos lectores, pero que nunca están dispuestos a hacer nada para que esto sea realidad.

Enseñar a un niño pequeño o joven a leer, es algo que demanda tiempo y esfuerzo. Sus hijos por sí mismos es muy probable que nunca se interesen por leer, pero si cuentan con un padre o una madre que los acompañe y los motive en esta labor, será mucho más fácil que ellos logren engancharse en la lectura y que sientan cariño hacia esa actividad desde sus primeros años.

Enseñar a un hijo a interesarse por la lectura, es algo que exige de los padres que estos sean capaces de dejar a un lado la pereza natural, para que se sienten juntos a sus hijos en el proceso de acompañamiento que debe darse a veces por un muy largo tiempo para que sus hijos puedan enamorarse del hábito de leer.

La mayoría de las veces los padres están cansados o nunca tienen tiempo y si usted es de esos padres que siempre están cansados y nunca tienen tiempo, entonces no espere de sus hijos nada diferente cuando ellos crezcan.

6. Deje a un lado la tecnología

Por más avanzada que esté la tecnología, si va a enseñar a sus hijos a leer, hágalo con libros de papel. No les enseñe a leer a través de una tablet, un teléfono, o una computadora portátil. Para que un niño aprenda a leer, necesita enfocarse y concentrarse tan solo en la lectura y las tablet, los teléfonos y las computadoras, tienen muchos elementos que distraen a los niños y no les permiten concentrarse en lo que están leyendo.

Leer bien es una actividad que necesita concentración y normalmente quienes no gustan de leer, son aquellas personas que no son capaces de concentrarse en nada. Así que sí va a poner a sus hijos a leer, que sea en un libro impreso en hojas de papel.

Si quiere tener éxito en esta tarea de enseñarle a sus hijos a amar la lectura, cuando sea el momento de leer, apague la televisión, la computadora y el teléfono. Cero distracciones es la mejor manera de lograr que la mente se enfoque por completo en lo que se va a leer.

7. No sea egoísta

Muchos de los padres que nunca se interesaron por la lectura, buscan que sus hijos sigan sus mismos pasos.

“Si yo nunca leí y nunca necesité leer, mis hijos tampoco lo necesitarán”. Aunque suene cómico, son muchos los padres que piensan de esta forma.

No sea egoísta con sus hijos. Si hay algo que usted nunca aprendió a hacer pero que sus hijos pueden aprender, haga todo lo posible por que lo aprendan.

Un estudio desarrollado por la Universidad de Michigan en los Estados Unidos, en el que se encuestó a más de 10 mil trabajadores de diferentes sectores de la industria de los Estrados Unidos, demostró que aquellas personas que habían sido enseñadas desde niños a amar la lectura, eran aquellas personas que siempre ocupaban los mejores cargos con las mejores remuneraciones, mientras que aquellos que nunca se acostumbraron a leer, eran aquellas personas que por lo general solo alcanzaban cargos medios y que muy rara vez lograban ascender dentro de las empresas hasta los cargos directivos.


8. Paciencia 

Hacer que un hijo ame la lectura no es siempre una tarea fácil. Se necesita que el padre o la madre se comprometan con la labor de acompañar a sus hijos a leer todos los días durante un largo periodo de tiempo.

Los padres capaces de hacer este esfuerzo por sus hijos, siempre reciben como recompensa el que sus hijos finalmente se enamoran de la lectura y abren sus mentes al conocimiento que otros han dejado plasmados en los libros de texto.

Leer es algo extraordinario que solo entienden quienes aman este maravilloso arte. El conocimiento es lo que hace libres a las personas. Quienes se quedan sumidos en la ignorancia, quienes nunca toman un libro para leer, son aquellas personas que más fácilmente son manipuladas por aquellos que ostentan el poder.

Casi todos los políticos que llegan a cargos como la presidencia de su país, son grandes lectores y en lugar de ser ellos los manipulados por el sistema, son quienes pasan a manipular a las demás personas a través del sistema.

Abra en sus hijos la puerta al conocimiento que se esconde detrás de los libros. Acompáñelos, llévelos de la mano en este proceso, que ellos sin lugar a dudas se lo agradecerán cuando sean personas adultas.

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